Prevención de los efectos negativos de la “ola de calor” en nuestra piscina

Se nos echa encima una nueva ola de calor que acarreará un incremento del efecto de los rayos solares y el aumento de temperatura en la masa del agua de nuestras piscinas.
Esto conlleva unas consecuencias reales:

  • Beneficio al desarrollo de los microorganismos con agua más cálida.
  • Aumento en el efecto desactivador en la concentración de cloro efectivo.


Recordemos que el “cloro libre” es la parte del desinfectante que tenemos “vigilante” para evitar el desarrollo de microorganismos indeseables (bacterias, algas, virus, etc.).
Pues bien, el incremento del efecto de los rayos solares en estas etapas de la ola de calor nos va a reducir estos niveles de cloro libre que tendríamos en el agua de la piscina, haciéndola más vulnerable y facilitando la posible proliferación de estos organismos.

¿Podemos actuar de alguna manera para minimizar estos efectos?

Para piscinas que basan su modelo desinfectante en el “CLORO”, nos encontramos 2 tipos principalmente:

  • Piscinas con clorador salino:
    • Generan “in situ” el desinfectante clorado.
  • Piscinas con desinfectante clorado aportado:
    • Equipadas con equipos que permiten la adición externa de desinfectante.

En ambos casos la adición complementaria de productos que faciliten el incremento del “cloro libre” nos evitará los efectos no deseados que pueden producirse por la proliferación de algas y otros microorganismos patógenos.
El producto conocido habitualmente por “DICLORO” dosificado tal como indican los fabricantes nos ayuda provocando:

  • Aumento en los niveles de estabilizador (ácido isocianúrico) del cloro que impide la desactivación del “cloro libre“ por efecto de los rayos solares
  • Aporte extra de cloro que evitará la disminución de los niveles de cloro efectivo en el agua de la piscina.

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